jueves, 11 de abril de 2013

La historia de Rasely parte 1


Un débil rayo de sol despertó la curiosidad de Rasely

Que de un salto se levantó y miró por la cristalera

Un bello día en el bosque

Los pájaros cantan

Y el rocío de la mañana acompaña con música

Estimulada, la pequeña camina descalza por la cabaña dando pequeños brincos al compás de la sinfonía

Roza con sus delicadas manos las cortinas en un elegante baile delicado

Sus alas juguetonas se deslizan entre el aire moviéndose con esmero

Ella vuelve a echar un vistazo al panorama

Mientras una sonrisa se dibuja en sus labios

Y sus mejillas se enrojecen

 

-¡¡¡Rasely!!!

-¡sí! ¡ya voy!

 

La joven hada baja corriendo las escaleras casi volando hasta encontrarse con su hermana Yaley

-Ve a recoger pedazos de manzana, coge la cuchara y la cesta…¡Rasely!

La niña está observando de nuevo al bosque

-¡Escucha cuando te hablan!

-¡bien! ¡Iré a coger manzanas!

-¡Como vea una mordida te quedas sin miel!

Es tarde para que Yaley lo diga, Rasely ya se ha ido.


 

La joven hada corretea entre las plantas saltando y mirando al cielo cubierto de ramas de flamboyán

Respira con fuerza y camina con elegancia olvidándose de que debe buscar manzanas

Solo ríe y ríe mientras el viento cubre sus mejillas

 

Sin darse cuenta ha llegado al lago

Donde las ranas componen un soneto

Con una rebosante alegría tira la cesta y la cuchara para meterse en el agua y comenzar a nadar

El agua cubre sus ropas y la acaricia con cuidado

Ella se sumerge bajo el agua junto a las burbujas persiguiendo a los renacuajos

Su evidente felicidad atrae a Neblina

Nada más encontrarse ambas se abrazan con fuerza.

-¡Ven! ¡baja con migo!

La joven es arrastrada por la ninfa hacia un haz de luz en el fondo del lago

Al entrar en él descubre una enorme y bella cueva con todo tipo de estructuras misteriosas y elegantes destellos llegados de la superficie

El sonido de las gotas que caen desde la cueva le recuerda al de la sinfonía de la mañana

Por lo que vuelve a bailar

Sus movimientos elegantes alivian el alma de Neblina, que baila junto a ella intentando imitar sus movimientos

Continúan entre risas, caricias y suspiros


 

Pronto las sombras de la tarde rodean el bosque

Las nubes y las montañas obtienen una tonalidad clara

El sol se duerme lentamente en las aguas

Pronto toda la comarca se llena de juguetonas luciérnagas y melódicos grillos

El armonioso sonido de estos pequeños es captado por Rasely

-¡Oh no!

Grita

-¡Tengo que volver!

-Es verdad, se ha hecho tarde, yo también debo volver a casa

-Adiós Neblina

-Adiós Rasely

Un cálido abrazo entre amigas y Rasely se dirige hacia su casa

 

 

¡Qué belleza!

El cielo azul marino lo cubre todo

Las estrellas escarlata lo salpican de pecas rojas

Las luciérnagas cubren los árboles de luces

Rasely ríe y ríe mientras vuelve a su morada

Más solo descubre que ha llegado a la entrada cuando su hermana la despierta de la comodidad de su sueño

-¡Rasely!

-¡¡¡Ah!!!

-¿¡Sabes que tarde es?!¡Llevo esperándote todo el día!

La joven se mantiene callada

Con la cabeza señalando tímidamente el suelo y las manos unidas en una tierna postura

-¿Has estado con Neblina?

La pequeña simplemente asiente con la cabeza sonrojada

-¿Y has comido?

-Neblina tenía comida en la cueva

-¿Qué cueva?

 

Las dos hadas se sientan en dos sillas a ambos lados de una mesa y se cuentan todo lo ocurrido durante el día

Rasely mantiene una sonrisa risueña con las mejillas sonrojadas mientras bate con fuerza las alas de emoción

Cada frase salida de sus labios mantiene la ternura que raramente en una niña de su edad se puede mantener

Su hermana se encuentra tan a gusto con ella que no tiene ganas de enfadarse


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario